21 de abril de 2013

SALAS VI - VIII

.Y seguimos con la visita, aunque aún nos queda mucho que admirar en la Sala que hemos dejado, pero tenemos que seguir.
Desde esa Sala V subimos por (((*))) la escalera a la planta primera para ver la Sala VI, dedicada al barroco español, tras pasar por una primera galería dedicada a la escuela madrileña llegamos a otra en la que el barroco sevillano está presente a través del maestro Zurbarán y de su propio taller, en la que triunfa el naturalismo en la pintura sevillana, con obras cómo la serie de Santos dedicada al Convento de la Merced o la serie de Santas procedentes del Hospital de las Cinco Llagas.
(((*))) Santa Marina, Santa Engracia, Santa Inés, Santa Dorotea, todas ellas realizadas hacia 1640 al igual que las tres siguientes, (((*))) Santa Eulalia, Santa Matilde y Santa Bárbara y nuevamente, tras pasar por otra galería dedicada a las estaciones del año, llegamos a la siguiente, en la que encontraremos a Matías de Arteaga, pintor muy influenciado por Murillo, y la Boda de Caná, integrada en una serie dedicada a la vida de la Virgen, pintada por el artista hacia 1703, este cuadro provenía de la Iglesia de San Marcos. Otro de los cuadros que podemos admirar es el de (((*))) San Joaquín, pintado por Juan Simón Gutiérrez, discípulo de Murillo, hacia 1700 al igual que el de Santa Ana.
Accedemos a la Sala VII en la que nos encontramos con los muchos discípulos y seguidores de Murillo, influenciados por la técnica que impone, despertando los sentimientos de los fieles, como exigía la Contrarreforma.
Vemos obras cómo (((*))) San José y el Niño obra de Francisco Meneses Osorio, pintado hacia 1684 o también de este mismo artista (((*))) La aparición de la Virgen de la Merced a San Pedro Nolasco, pintado hacia 1690, este último se encontraba en el antiguo Convento  de la Merced. También podemos admirar otro de los cuadros que pintara Murillo, (((*))) una Dolorosa que realizó hacia 1665 al igual que el de San Jerónimo Penitente, este último pertenecía a la colección de la Infanta Paz de Borbón, hija de la reina Isabel II. 
Otro de los cuadros que nos encontramos es (((*))) El vendedor de vinos de Pedro Núñez de Villavicencio, realizado hacia 1694, en el que podemos observar que los modelos elegidos siguen los cánones de los realizados por el propio Murillo en las escenas callejeras.
En la Sala VIII se exponen obras de Valdés Leal, que junto con Murillo suponen el culmen del barroco en la pintura sevillana de la segunda mitad del siglo XVII. Con un estilo directo, dramático y con gran energía y expresividad, consigue en la década de 1660 al 70, su plenitud artística al recibir múltiples encargos, muchos de los cuales pasaron a los fondos del museo tras la desamortización. Podemos admirar una serie sobre San Jerónimo, cómo (((*))) La Flagelación, realizado hacia 1657, procedente del Monasterio de San Jerónimo de Buenavista, al igual que el de las Tentaciones del Santo. De esta serie, dieciocho cuadros en total, sólo se conserva en el museo la mitad. Narra la vida y los hechos de este Santo, con el dramatismo y la riqueza cromática que solo un artista como Valdés Leal imprimía a su obra.
De este pintor podemos admirar también a (((*))) Fray Alonso Fernández Pecha, Fray Hernando de Talavera o Fray Juan de Ledesma, todos ellos realizados en 1657 y procedían del mismo monasterio que los anteriores, el Monasterio de San Jerónimo, igual que los siguientes, (((*))) Fray Fernando Yáñez de Figueroa, Fray Pedro de Cabañuelas y Fray Pedro Fernández Pecha, hermano del primero. 
También podemos admirar de este mismo artista, otras dos obras que procedían del Convento de San Agustín y que realizó en 1670 la primera y en el 72 la segunda, (((*))) La Asunción de la Virgen y La Inmaculada Concepción, estas dos obras están catalogadas entre sus dos mejores obras de altar, muy dinámicas, en las que expresa mucho movimiento y logra un gran efecto de luces y sombras, como es característico en él.
Antes de pasar al siguiente espacio, no deben dejar de admirar las otras muchas obras de Valdés Leal que se exponen, cómo Los desposorios místicos de Santa Catalina pintado hacia 1685, perteneciente al Monasterio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas, o este otro pintado hacia 1657, (((*))) La Virgen camino del Calvario con San Juan y las Marías.

 A continuación nos vamos a la Sala IX...




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